Este poema fue escrito por mi abuelo, no sé en qué año, pero se lo dedicó a mi ciudad.
Natales
La lira estoy afinando
para mi verso y mi canto
para poner muy en alto
las bellezas que hay que cantar
y a Chile voy a gritar
de este regio paraíso
las bellezas que le hizo
la madre naturaleza
a Natales con largueza
como un prodigioso hechizo.
Cuando el sol se está empinando
tras el cerro Dorotea
y su luz se enseñorea
sobre sus aguas bailando
los cisnes ya están nadando
como guitarras, al viento,
con su negro cuello esbelto
que provoca admiración
como una alegre canción
como un sueño, como un cuento...
Y al irse el rey ya muriendo
entre sus picos nevados
y su cielo anaranjado
de rosas se va tiñendo
rojas flores van naciendo
entre sus nubes graciosas
en sinfonía armoniosa
de su hermoso atardecer,
y llega otro amanecer
a su gente laboriosa...
Y no exagero ni tal
si es así pido perdón
la Cueva del Milodón
es una hermosa catedral
y su parque nacional
con sus torres y sus cuernos
centinelas en invierno
guardián de soberanía
dan en verano alegría
con sus nevados eternos...
Despedida
Termino mi versación
a orillas del Lago Toro
una joya, un tesoro
de nuestra hermosa región
y valoro con razón
al ventisquero Serrano
que al darse digo la mano
también con su lobería
muestra con gallardía
al cormorán soberano...
Escrito por Victaliano Nova Muñoz (Q.E.P.D)
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